13 ago 2009

Por Alejandro Contreras

Otto (Jey Crisfar) es un joven zombie que acaba de salir de su tumba. No tiene ni idea de dónde viene y mucho menos a donde ir. Totalmente desorientado se pone en camino, sin saberlo, hacía Berlín. Poco a poco va recibiendo fogonazos de memoria que le hacen recordar momentos felices vividos con un chico. Medea Yarn (Katharina Klewinghaus) llevo mucho tiempo trabajando en una película política sobre jóvenes gays zombies llamada UP WITH DEAD PEOPLE, y cuando se encuentra con Otto se le abre el cielo. Otto acepta trabajar con ellos, y es alojado en casa de la estrella de la película, Fritz Fritze (Marcel Schlutt), aunque no le haga mucha gracia tenerlo en su apartamento. Sin saberlo, Fritz será crucial para que Otto descubra qué le había ocurrido en su pasado para llegar a este momento.

Es de agradecer que Bruce LaBruce se distancia de los chaperos de Los Angeles o de los skins revolucionarios con las hormonas disparadas, y que trate un tema distinto, bastante original y muy poco trillado. También es de agradecer el carácter transgresor y experimental de su cine, no apto para quién quiera ver una película "redonda". En las películas de Bruce hay mucha paja que quitar siempre, pero momentos sublimes. Tenía muchas ganas de ver el último trabajo de Bruce tras THE RASPBERRY REICH/04, no porque esperara una película a recordar sino porque este cineasta siempre me sorprende, y su transgresión siempre me hace agrandar mi visión de muchas cosas. Bruce LaBruce no trata de ser Anthony Minghella, pero continúa un trayecto que en los 60s tomaron gente como Andy Warhol y que pocos quieren llevar el testigo. El cine convencional ha acampado en sus anchas en el género de temática gay, y cuesta ver algo de este calibre entre tanta comedia romántica, drama de iniciación o locura petarda.

Pero tampoco os voy a negar que esta película a todo el mundo le caiga como un guante. Ni que la película no sea mejorable, porque lo es. Un montaje que podría ser revisado con escenas o planos que deberían haber sido desechados enseguida, con un guión que a ratos es demasiado simple y sinsentido, para a otros momentos complicarse tanto que es dificil de entrar. Actores sobreactuados y chillones (al igual que las mujeres de las películas de Andy Warhol), y finalmente una paranoia que dificulta llegar a entender a un personaje como Otto.

Si yo programara un festival de temática gay, sin lugar a dudas, tendría siempre un lugar para Bruce LaBruce. Se nota que Bruce es además fotografo, ya que esta película tiene algunos fotogramas que son dignos de mostrar en una exposición. Cuesta cogerle el punto, pero al final uno consigue entender de alguna manera al personaje de Otto. Además, como broche de oro, Bruce ha contado con Marcel Schlutt que es siempre un incentivo (inolvidable su trabajo en GEFANGEN/04 y en la versión X de la misma EINGELOCHT/04).

Si tienes ganas de ver algo distinto y no te asusta por ver algo de pornografía o violencia gratuita, no dudes que esta es una de las películas de temática gay del 2008 que hay que ver.

0 Comments:

Post a Comment



 

blogger templates | Make Money Online