4 ago 2009
Por Alejandro Contreras
Kyle (Simon Miller) llega tarde a la boda de Marcel (Justin Tensen) y de Sarah (Jane Elliott). Allí le esperan algunos amigos y la madre de Marcel que ha viajado desde Francia para compartir este día con su hijo. Una vez finalizado el evento, se hacen muchas fotos para tener material que justifique ante inmigración este matrimonio... de conveniencia. En realidad, Marcel sueña con casarse con Kyle del que lleva enamorado desde que se conocieron hace un año, y con el que comparte su vida y su apartamento. Aunque tienen que pasar este trámite para que Marcel pueda vivir sin problemas en Estados Unidos, tienen una vida idílica. Sienten que juntos no hay nada que les frene. Kyle trabaja en su carrera como músico y cantante, mientras Marcel lucha por su carrera de actor. Poco a poco irán descubriendo que la familia, el trabajo y la convivencia son duros escollos que sortear en una relación de pareja. El regreso a sus vidas de April (Rob Harmon), el hermano transexual de Kyle será definitivo para subrayar el deterioro de la pareja.
Tercer largometraje (y los tres de temática gay) del sueco Casper Andreas, tras la sorprendente SLUTTY SUMMER/04 y la decepcionante A FOUR LETTER WORD/07. Tras un comienzo que parece el final de una película de amor de Hollywood, comienza la verdadera trama de deterioro gradual de una historia que tenía todos los elementos para durar toda la vida. Como hay personas que pueden envenenar una relación que funciona tan bien, como los egos y la ambición pueden deslumbrar y olvidarse de cuidar la vida personal y de pareja, los celos, la venganza, la revancha... Realmente es bastante doloroso ver marchitarse poco a poco, y sin ningún motivo claro. El ritmo es bastante pausado en su desarrollo, pero tal vez demasiado acelerado al final. Destacar lo interesante de la propuesta estética de la película, las canciones como hilo conductor de la trama (al igual que en 9 SONGS/04), además de los cuerpos que tan generosamente se muestran (que el ojo también es goloso).
El cine de Casper Andreas no tiene vocación de sorprender en cómo cuenta sus historias, sino en los personajes que retrata, bien cercanos a la gente de hoy en día (y alejados de los arquetipos del cine). Aún asi, en esta historia los actores no consiguen plenamente hacernos partícipe de sus personajes, a excepción de Jane Elliot que sobresale con mucha credibilidad en su papel de la amiga lesbiana, y de Rob Harmon que destaca por lo mal que encarna al hermano transexual posesivo. Marcel ya salió en QUEER AS FOLK, tan desnudo como en esta película, como uno de los amantes de Brian Kenney. Y claro, entonces te das cuenta de que aunque este historia no está tan mal, la de Brian y Justin está mil veces mejor contada e interpretada.
Este mes se estrena el último trabajo de Casper, llamado THE BIG GAY MUSICAL/09, que apunta a aires frescos en su carrera. Habrá que verla.
Labels: BETWEEN LOVE AND GOODBYE (2008)
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