22 dic 2011


Por Alejandro Contreras

La propuesta de Michel Hazanavicius es un arma de doble filo. Para el cine de entretenimiento su apuesta por rodar una película sin diálogos y en blanco y negro es prácticamente un suicidio comercial. En cambio ese atrevimiento está muy valorado por críticos, cinéfilos  de gusto exquisito y programadores de festivales de cine.


Cuesta encontrar una película rodada en blanco y negro entre los títulos disponibles en 3D o en películas de acción, cuando es bastante sencillo tropezarse con una de ellas en festivales de cine como ha ocurrido sin ir más lejos este mismo año en Málaga, con el pase de la española OPEN 24H (2011), o en la Berlinale donde arrancó la carrera triunfal de THE TURIN HORSE (2011). A algunos como a Spielberg les sirvió para rociar de “qualité” propuestas tan intachables como SCHINDLER'S LIST (1993), pero a otros consagrados como Francis Ford Coppola no les sirvió para evitar el naufragio de proyectos tan fallidos como TETRO (2009). No es sencillo recordar alguna cinta que haya tenido cierta relevancia en la taquilla, y sólo en películas donde se mezclaba con escenas a todo color como SIN CITY (2005) o MEMENTO (2001) ha podido llegar al gran público. Cierto que el uso del blanco y negro no es muy habitual, pero no es por lo que THE ARTIST (2011) llama especialmente la atención.



Su renuncia a los diálogos y al sonido de ambiente sí que es toda una novedad. Cuesta encontrar títulos tan silenciosos como éste más allá de la época del cine mudo, a excepción de algún título como JUHA (1999) del finlandés Aki Kaurisäki, de plena actualidad por el éxito de LE HAVRE (2011), y de algunos homenajes al cine de esa época como el que hizo Pedro Almodóvar en HABLE CON ELLA (2002). Y ese ha sido el principal reclamo que ha utilizado Michel Hazanavicius para atraer al público minoritario al que va dirigida esta película, más por las limitaciones impuestas que por la historia que nos desarrollan. Tal y como el año pasado nos preguntamos cómo habrá sido capaz Rodrigo Cortés de rodar una película limitándose a un sólo personaje en un espacio tan pequeño para contar una historia de hora y media sin aburrir al espectador, nos acercamos a esta propuesta con la misma curiosidad partiendo Michel Hazanavicius con la simpatía de auto imponerse un reto tan difícil.

Y tan solo hace falta que veamos varias escenas para comprender que el reto se había conseguido. Empieza THE ARTIST (2011) bastante fuerte y en pocos minutos ya disfrutamos de escenas tan antológicas como las protagonizadas por el perro Uggie con Jean Dujardin, o aquellas en las que Bérénice Bejo baila detrás de unos tablones o se deja llevar con la chaqueta de su gran ídolo. La falta de sonido en los diálogos se suple perfectamente con contados paneles (de los que no se abusa) y por unas interpretaciones que sin caer en la exageración permiten seguir la trama perfectamente. Todo ello regado por una banda sonora excelente que acompaña bastante bien a la historia.

A nivel técnico la película es inmejorable: vestuario, dirección artística, fotografía… e incluso los dos protagonistas, que gozan de mucho atractivo ya en color, están aún más irresistibles en blanco y negro. Ya a mitad de la película uno sospecha que está ante una de las grandes películas del año por todo lo mencionado y está impaciente de terminar su visionado para confirmar si es la gran obra maestra que muchos anuncian. No sorprende que la linea argumental sea bastante sencilla, sobre todo porque no se podía apoyar con diálogos que entraran en más profundidades, pero entrando ya en el tercer y último tramo de la película, el guión comienza a flojear, la banda sonora a resultar repetitiva, y con la ausencia de Bérénice Bejo en la pantalla dejando todo el protagonismo a Jean Dujardin comienza uno a extrañarla. Y a pesar de que consigue terminar con cierta maestría, el resultado no es tan sobresaliente como uno pensaba.




THE ARTIST (2011) cuenta con dos grandes personajes rodeados de otros muchos que son mera comparsa. Esos personajes cobran vida frente al mejor Jean Dujardin que nunca hemos visto, y que no se puede tener más encanto con un frac y su eterna sonrisa, pero es queBérénice Bejo, señora del director y protagonista, de la que se podría pensar que es una mera “enchufada”, está incluso mejor que Dujardin. Además ella tiene un personaje que en ningún momento puede caer mal al espectador porque es prácticamente perfecta, mientras queGeorge Valentin a ratos resulta demasiado egocéntrico, vanidoso y sobre todo orgulloso. El resto de los actores norteamericanos están correctos y eficaces, sin mucho más brillo y con nombres tan importantes como John GoodmanJames CromwellPenelope Ann Miller y hasta un irreconocible Malcolm McDowell que hace 40 años, se dice pronto, nos regaló el mítico Álex de A CLOCKWORK ORANGE (1971).



En algún momento incluso asoma un poco la patita la parodia, y más en la época más decadente del protagonista. La falta de sonido real no es total, y en algún momento el director se permite la licencia de incluirlo como parte de la trama de la película. Probablemente llegue tarde y no cause la emoción que podría haber conseguido varias escenas anteriores, donde tenía mucho más sentido interrumpir la prohibición auto-impuesta de sólo escuchar música.



Todo esto no quita para que sea THE ARTIST (2011) resulta ser toda una experiencia, rodada por gente que ama el cine y que aprovechan para rendirle homenaje en cada fotograma. Muy probablemente sea de las mejores del año, pero dudo de que sea la mejor y aunque le lluevan las nominaciones por doquier, entiendo un poco más a aquellos que prefirieron propuestas más imperfectas como THE TREE OF LIFE (2011) en Cannes o MELANCHOLIA (2011) en los Premios del Cine Europeo 2011, frente a una fantasía perfecta que percibí más fría de lo que hubiera deseado.


13 dic 2011



Por Alejandro Contreras.
 

 En el 2009 la periodista Kathryn Stockett consiguió que por fin le publicaran su primera novela The Help. Más de 60 agentes literarios la habían rechazado hasta que llego a manos de Susan Ramer que le dió la oportunidad de sacar a la luz el texto que había estado trabajando durante los últimos cinco años. Aunque Kathryn Stockett alega que el texto es ficción, es innegable que algo de su propia vivencia hay en él. Nacida en 1969 en Jackson (Mississippi), fue cuidada por una niñera afroamericana que suplía la ausencia de su madre. Ahora se enfrenta a las acusaciones de la que fue niñera de su hermano que defiende que el personaje Aibileen Clark (al que da vida Viola Davis) se refiere a ella. Mientras esto se aclara en los juzgados, la novela lleva más de cinco millones de ejemplares vendidos, ha llegado a más de 35 países y se ha adaptado al cine.



El responsable de esta adaptación ha sido Tate Taylor, también nacido en Jackson (Mississippi) y que conoce a Kathryn Stockett desde su infancia, y no sólo dirige la película sino que junto a la autora original es responsable del guión. Tate Taylor es un cineasta que hasta la fecha había trabajado más como actor, y con THE HELP (2011) consigue dirigir su segundo largometraje tras PRETTY UGLY PEOPLE (2008). Desde O BROTHER, WHERE ART THOU? (2000) de los hermanos Coen no había trascendido ninguna película de relevancia rodada en Mississippi, pero es que tanto Taylor como Stockett no veían posible su rodaje en otra parte (aunque también hay que añadir que se aprovecharon de las ventajas fiscales que tiene rodar en la zona).



Estrenada en Estados Unidos en Agosto, no llega a España hasta bien entrado el otoño. Hubiera sido más acertado adelantar su estreno a los meses de más calor porque su tono y su ligereza es más propia del verano que de la temporada alta del cine. Quién se espere algo del calibre de THE COLOR PURPLE (1985) se decepcionará por una historia a priori dramática que ha sido rodada de lo forma más amable y cómoda de ver para el espectador, evitando los momentos más crudos o desagradables. Eso sí, las dos horas y media que dura la película se pasan en un santiamén, aunque también hay que decir que no ocurre mucho más de lo que ya el tráiler había desvelado.



Su estreno viene acompañado de los ecos que apuntan a que THE HELP (2011) es una película con muchas posibilidades para los Oscars, y tras verla uno todo apunta a que su carrera será parecida a la de DREAMGIRLS (2006), que la daban como la gran favorita de ese año y al final no lo fue tanto.

Eso sí, no tengo muy claro si conseguirán un Oscar, pero es indudable que tanto Viola Davis como Octavia Spencer tendrán su correspondientes nominaciones. No están mal y ambas tienen alguna escena memorable, Viola Davis relatando el duro episodio de un hijo y Octavia Spencer vengándose de su cruel ama.



La sorpresa llega con otras dos actrices que tenían en su mano dos de los personajes más ridículos de la historia, y que consiguen interpretarlos de manera muy sobresaliente. Por un lado una Jessica Chastain, irreconocible tras su personaje en THE TREE OF LIKE (2011), como la chica de mala reputación y buenos sentimientos y por otro lado, la mala malísima de Bryce Dallas Howard cuyo personaje es tan odioso como interesante. No hay que olvidar a Emma Stone que es una de las actrices más prometedoras de su generación, y que en esta película se queda un poco escondida con las cuatro actrices anteriormente mencionadas.

THE HELP (2011) es una película claramente enfocada a un público determinado que está siendo fiel y consiguiendo que su recaudación en los cines le permita sobrevivir en la cartelera mientras otras cintas de éxito rápido ya han desaparecido. Una comedia ligera con algunas gotas dramáticas pero pocas para que a la audiencia no se le atragante la proyección. Tan amable como previsible, y seguro que conseguirán al menos alguna nominación para los próximos premios Oscars, pero dudo mucho que luego lo materialicen.


11 dic 2011



Por Alejandro Contreras.
 

FUGA DE CEREBROS (2009) se estrenó en el Festival de Málaga del 2009. Presentaba una propuesta muy interesante para reventar la taquilla con multitud de actores jóvenes de televisión, una comedia romántica y a la vez parodia de cintas como AMERICAN PIE (1999). Contaba con dos de las estrellas del momento, Mario Casas y Amaia Salamanca, que por aquellos entonces triunfaban en LOS HOMBRES DE PACO (TV) él y en SIN TETAS NO HAY PARAÍSO (TV) ella, arropados por un grupo de personajes con tenían los mismos nombres que la mítica pandilla con la que se iba de juerga Carmina Ordóñez. De ese festival se llevó el premio del público y fue una de las películas más taquillera de ese año, por todo lo anteriormente dicho y ser francamente divertida.



No extraña que se repita la misma jugada para volver a reventar la taquilla con una secuela. Las dos estrellas principales se caen del proyecto y se sustituyen por Adrián Lastra, Paula Prendes y Patricia Montero. El resto de la pandilla, se mantiene, con lo cual la esencia se mantiene y la franquicia no se resiente de la marcha de sus prescindibles protagonistas aunque es indudable que el tirón comercial de AdriánPaula y Patricia está muy lejos de Mario y Amaia.El Langui y un desorientado David Hasselhoff, metido con calzador en la trama, son los refuerzos.



Aunque la trama transcurre en Estados Unidos, el equipo no ha tenido que cruzar el charco porque se ha rodado entre Cantabria y Madrid. No hay tantos referentes en el cine del mundillo universitario británico comparado con el norteamericano, y realmente deja mucho que desear el retrato tan pobre que ofrecen. Se han repetido muchas tramas de la primera, lo que era gracioso ahora es cansino, y es una lastima que no hayan aprovechado mejor las posibilidades cómicas que tiene el golpe cultural que experimentan los españoles en el mundo universitario norteamericano.

Cuesta creer que el guión esté escrito por los mismos que FUGA DE CEREBROS 2 (2011), porque han perdido toda la gracia. ¿O tal vez la franquicia no dé más de sí? Las escenas están totalmente deshiladas, ni siquiera se buscan una excusa para dar consistencia, y cuando menos sentido tiene aparecen personajes porque sí, como ocurre con la visita sorpresa de una Loles León y un Mariano Peña que podrían haber aparecido más minutos en el metraje.

Adrián Lastra tal vez le quede grande el ser estrella protagonista, pero es indudable que tiene talento y vis cómica. Su escena con sus continuas visitas al baño en el restaurante de los amigos del Rifle es lo mejor de todo la película. Y bueno, también se salva Chuli (Alberto Amarilla) que podría tener su propio spin-off. Del resto, poco más que destacar.



Nadie espera que FUGA DE CEREBROS 2 (2011) esté al nivel de THE TREE OF LIFE (2011) MELANCHOLIA (2011), pero al menos se esperaba una comedia bien hecha y con gracia. Pero ni eso, con lo cual el resultado es tan flojo que la acerca más a EL SUEÑO DE IVÁN (2011) o a EL CAPITÁN TRUENO Y EL SANTO GRIAL (2011).


7 dic 2011



Por Alejandro Contreras.

Los orígenes de El gato con botas no son mexicanos como se desprende de esta película, sino que son europeos. Los primeros antecedentes vienen de la recopilación que en 1697 hizo Charles Perrault en sus Cuentos de mama ganso (Contes de ma mère l’Oye), aunque su autoría provenga de Giambattista Basile y su cuento de 1934 Cagliuso. Originalmente el gato era la herencia que un molinero dejó a su hijo benjamín, un gato que calzaba un par de botas y que gracias a su astucia y al sabio uso de las mentiras llegó incluso a derrotar a un ogro al que logró engañar para que se convirtiera en un ratón y así comérselo.



Esta nueva vida de El gato con botas del siglo XXI nace en la película SHREK 2 (2004). Contratado por el suegro del ogro Shrek para que acabara con él tal y como en el cuento original, en la película termina siendo un aliado para el protagonista siendo una especie de versión animada de El zorro. Dotado de una cara de gato de inocente a la vez que un símbolo sexual con patas, a lo que hay que sumar un divertido doblaje de Antonio Banderas que terminó dándole un toque andaluz al personaje. Desde entonces es uno de los fijos de la franquicia y ahora estrenada su primera aventura en solitario, que se remonta antes de entrar en la vida de Shrek y Asno.


  
Aunque a priori uno pensaría que este spin-off nos llevaría a una versión animada de El zorro, nos encontramos que los guionistas han creado otra historia mezclando otros dos elementos de la cultura popular. Por un lado el cuento de hadas deJuanito y las habichuelas mágicas, junto con un personaje Humpty Dumpty de la rima infantil inglesa de Mamá Ganso. En esa rima no se decía explícitamente que era un huevo, pero estaba claro que la solución de esa adivinanza con forma de rima correspondía con ese aspecto. Humpty Dumpty ya aparecía en Alicia a través del espejo de Lewis Carroll, e incluso en otra película de la franquicia de Shrek se menciona el personaje de manera que anticipaba el destino del personaje en esta película.


  
Y con una historia que mezcla tres cuentos a priori tan distintos, sale una historia bastante más interesante que otras cintas de animación y es gracias a un personaje como Humpty Dumpty. El consigue hacer sombra al protagonista tal y como el Joker al que dio vida Heath Ledger anulaba a Batman en THE DARK KNIGHT (2008). Un personaje definido en los bordes entre el bien y el mal, y que ha permitido a los guionistas intrigar hasta el último momento. Personaje que le ha permitido al actor Zach Galifianakismostrar un nuevo registro distinto al Alan de THE HANGOVER (2009) y su secuela. Junto a él Antonio Banderas y Salma Hayek doblan a los otros dos protagonistas, recordando a la pareja que quince años antes protagonizaba DESPERADO (1995).


  
PUSS IN BOOTS (2011) ha conseguido no sólo revitalizar la saga sino crear su propio camino, gracias a la sabía inclusión de un personaje como Humpty Dumpty. Es tan entretenida y espectacular en el uso de la animación en 3D como en THE ADVENTURES OF TINTIN (2011), pero sin resultar tan mecánica y tan carente de alma como la película de Spielberg. Muchos cinéfilos podrán ver guiños a obras muy conocidas del cine, en un producto que hará disfrutar a las familias, desde los más pequeños de la casa a los más grandes. Capaz de tener a la platea en tensión por su acción, como sonriendo por sus numerosos gags hasta incluso emocionar en su parte más tierna y humana.


5 dic 2011


Por Alejandro Contreras.


De las tres hermanas Brönte, la primera que publicó fue Charlotte, y fue precisamente Jane Eyre. An Autobiography (1847). Pocos meses después publicaron sus hermanas, Anne con Agnes Grey (1847) y Emily con la conocidísima Cumbres Borrascosas (1847). La tuberculosis se cebó con ellas y murieron prematuramente (Emily en 1848, Agnes en 1849 y Charlotte en 1855), pero para entonces sus novelas ya habían sido grandes éxitos que han llegado hasta nuestros días. Para muchos esa primera novela de Charlotte Brönte es considerada como una obra adelantada a su tiempo, donde se abogaba con un personaje femenino que luchaba por su individualidad, deseosa de una vida completa sin descuidar su moralidad. Todo eso regado con numerosas críticas a la sociedad de entonces, al papel de la mujer doblegada por una sociedad patriarcal.

Las hermanas Brönte eran hijas del rector de Haworth, disfrutaban de una vida acomodada y llena de lujos que terminó  el día que murió su madre. Fue entonces cuando fueron ingresadas Charlotte y Emily en el mismo colegio donde estaban sus hermanas mayores, en Clergy Daughters en Cowan Bridge (Lancarshire), un lugar con pésimas condiciones. Allí las dos hermanas mayores enfermaron de tuberculosis y murieron, con lo cual la familia sacó a Charlotte y Emily de allí para trasladarlas a otro internado en Bruselas. Con la muerte de su tía, tuvieron que regresar y ponerse a trabajar: Emily como administradora de la casa y Anne como institutriz. Con todos estos antecedentes se ve claramente en qué se inspiró Charlotte Brönte para Jane Eyre. An Autobiography (1847).

En el 2008 la escritora Moira Buffini concluía una nueva adaptación de Jane Eyre. An Autobiography (1847). Adaptar una novela que ya había sido llevada al cine en casi una veintena de ocasiones, a las que sumar más de diez series de televisión y muchísimas adaptaciones teatrales, no era nada fácil si se quería contar algo nuevo. Lo que aportó Moira a este texto fue un relato basado en flashbacks que no ocultaba las partes más oscuras de la historia, proponiendo algo más que un relato romántico sin más.

Esta propuesta consiguió llamar la atención y fue destacada en una lista del 2008 con los mejores textos disponibles para llevar al cine y aún no se había hecho. En una gira promocional de una película, el director Cary Fukunaga conoció esta adaptación y le sedujo hasta el punto que terminó dirigiendo JANE EYRE (2011).

Consiguió el apoyo de BBC Films además de otras productoras norteamericanas para llevar adelante el proyecto. Mia Wasikowska, actriz que hace poco fue la Alicia de Tim Burton, y Michael Fassbender fueron los elegidos para ser los nuevos Jane Eyre y Mr. Rochester, además de estar acompañados por un elenco de actores de la talla de Judi Dench o Jamie Bell. Con una factura técnica de alta calidad como acostumbran las producciones de la BBC, contó además con una banda sonora de Dario Marianelli, ganador del Oscar por su estupenda música en ATONEMENT (2007), con el diseño de vestuario de Michael O’Connor y una fotografía que contó con localizaciones en Derbyshire, Chatsworth, Haddon Hall, Derbyshire Dales, Froggatt y Fox House en Sheffield. 



Con todos estos elementos Cary Fukunaga contaba con ingredientes de auténtico lujo para esta nueva adaptación, aunque su mayor hándicap era hacer algo superior a lo que ya había hecho Franco Zeffirelly  en JANE EYRE (1996) o la propia BBC en la serie JANE EYRE (2006) protagonizada por Toby Stephens y Ruth Wilson, por citar dos de las últimas adaptaciones más conocidas.



JANE EYRE (2011) resulta una película sumamente elegante, rodada con un estilo muy clásico y efectivo, del que es palpable el toque de la BBC en la calidad técnica de la cinta, pero que falla en lo más esencial, en su protagonista. Aunque Mia Wasikowska encarna perfectamente a esa Jane Eyre virginal y fiel a sus principios, cuesta ver algún tipo de química con su Mr. Rochester, un Michael Fassbender mucho más acertado que en A DANGEROUS METHOD (2011) de David Cronenberg. A pesar de condensar una historia que en televisión llegó a durar hasta cinco horas y media en JANE EYRE (1983), la serie que protagonizaron Timothy Dalton y Zelah Clarke, estas dos horas de la película de Fukunaga terminan haciéndose algo larga.



Probablemente sea una película recomendable para quienes no conocen la novela ni han visto las distintas adaptaciones de la serie, pero no para quienes disfrutaron con las otras adaptaciones ni para quienes se aburren con las adaptaciones clásicas de la BBC.


 

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