LA COLUMNA DE ACONTRE77

La vida que llevan April (Kate Winslet) y Frank (Leonardo DiCaprio) desde que se mudaron a mediados de los 50s a los suburbios de Connecticut no es la que ellos desean. Frank pasa el día en un trabajo de oficinista que detesta, mientras April ha dejado atras sus aspiraciones como actriz para dedicarse a su casa y a sus dos hijos. Tanto April como Frank se ven distintos al resto de sus vecinos de Revolutionary Road, tienen otras aspiraciones. Sus días transcurren con peleas y discusiones a raiz de lo infelices que son. Harta de esta situación, April le propone a Frank que vuelvan a perseguir sus sueños de jóvenes y rompan con la vida que están llevando.

En 1961 Richard Yates publica la novela de la que procede esta película, y está considerada por la revista Times como una de las 100 mejores novelas (de 1923 en adelante). 6 años después, Yates vendió los derechos de adaptación cinematográfica, pero murió sin que su novela se viera en la pantalla grande. Tras muchos ambos en el limbo, DreamworksParamount compra los derechos y encarga la película a Sam Mendes. Para ello, arrastra a su esposa Kate Winslet para el papel de April, siendo la primera vez que trabajan juntos. Ella propone a Leonardo Di Caprio para el papel de Frank, consiguiendose el reencuentro cinematográfico de los protagonistas de TITANIC/97 una década después. Para mas inri, Kathy Bates que también viajaba con ellos en el fatídico transatlántico repite en esta película con ellos. Lo curioso es que no es TITANIC/97 la película a la que más nos recuerda esta REVOLUTIONARY ROAD/08 sino a una versión Años 50 de AMERICAN BEAUTY/99.

Dos veces me quedé dormido viendo las películas: el libro debe ser una maravilla, pero esta película es bastante aburrida (un par de veces tuve que retomar el visionado porque me dormía). Cierto es que los actores están geniales, algunos de ellos con serias opciones a ganar un Oscar (como en el caso de Kate Winslet, del roba-escenas Michael Shannon o de David Harbour, cuyos silencios y miradas consiguen componer uno de los personajes que más traspasan la pantalla), pero la historia no llega.
No sé si Sam Mendes no ha sabido extraer más de la historia, si a ratos Leonardo DiCaprio no conseguía que su personaje nos llegara, o porque tal vez la historia tiene poca originalidad. Lo cierto es que es un tostón del quince. Una lastima.

1977. Estados Unidos aún está recuperándose del discurso donde su presidente Richard Nixon (Frank Langella) expone las razones de su dimisión tras la salida a la luz del escándalo del Watergate. Éste se encuentra en California en la mansión "Casa Pacífica" donde está dándole vueltas a publicar una biografía, cuando recibe la propuesta de ser entrevistado por el presentador inglés David Frost (Michael Sheen). Frost ve en esta entrevista una lanzadera para desligarse de la televisión banal que ultimamente realiza, mientras que Nixon una manera de reforzar sus arcas y de limpiar su imagen pública. Lo que ninguno sabe es que esas entrevistas marcará el resto de sus vidas.

Proyecto perseguido por grandes directores como Martin Scorsese, Sam Mendes, George Clooney o Bennett Miller, aunque finalmente es Ron Howard quién se llevó el gato al agua. Haciendo un paréntesis entre sus dos adaptaciones de las novelas de Dan Brown (THE DA VINCI CODE/06 y ANGELS & DEMONS/09), adapta la obra teatral basada en las históricas entrevistas. Peter Morgan adapta el texto que él mismo escribió para la versión teatral estrenada en el 2006 en Londres, y en el 2007 en Broadway. A Peter Morgan le debemos los guiones de películas con un marcado acento histórico como THE LAST KING OF SCOTLAND/06, THE QUEEN/06 o THE OTHER BOLEYIN GIRL/08.

Ron Howard puso como condición el contar con los actores originales de la versión teatral. Frank Langella ya cuenta con un Tony por su recreación de Nixon y seguro que este año consigue una nominación al Oscar por su espléndida actuación, que va más allá de la imitación del personaje (bastante conseguida por cierto). A Michael Sheen lo recordábamos de su recreación de Tony Blair en THE QUEEN/06, donde era eclipsado por la actuación de Helen Mirren. En esta ocasión tiene más oportunidad de demostrar su talento y junto con Frank Langella hace un tándem perfecto (aunque a ratos uno crea que está ante BLAIR/NIXON). Visto el resultado final es entendible la condición de rescatar el trabajo teatral de estos dos para la adaptación en la pantalla grande. Rebecca Hall, Sam Rockwell, Oliver Platt o Kevin Bacon completan un reparto que es mera comparsa de los protagonistas.

Sólo por ver el pulso entre Frank Langella y Michael Sheen merece la pena el visionado de esta película. Si bien a todo el público no le va a interesar la temática de esta historia, y puede aburrir a quién anda algo perdido sobre la política americana de los años de Nixon, pero sin lugar a dudas el resultado final es más que sobresaliente.

Aunque en la televisión no paran de alarmar sobre la llegada del huracán Katrina a Nueva Orleans, la mayor preocupación de Caroline (Julia Ormond) es el delicado estado de salud de su madre Daisy (Cate Blanchett). A petición de su madre, comienza a leer el diario personal de Benjamin Button (Brad Pitt), un chico que nació con la apareciencia de un hombre de 86 años el día que acabó la primera guerra mundial, y que cada año iba rejuveneciendo mientras los demás envejecen. Caroline no sabe que una de las protagonistas de ese diario es la mujer que está escuchando su lectura.

Del relato corto de F. Scott Fitzgerald sólo queda el tema principal, ya que la historia se ha desplazado un siglo más tarde (del XIX al XX), ha cambiado Baltimore por Nueva Orleans (por razones económicas ya que rodar en ese estado es mucho más económico), además de las historias paralelas se han modificado completamente. Con lo cual, casi se podría ver como un guión original.

Durante la primera hora y media de película podría parecer que estamos antes una nueva versión de FORREST GUMP/04, donde la cantidad de similitudes daría para muchísimas lineas (y no lo haré para no destriparos la película por si aún no la habéis visto). Si Robert Zemeckis mezclaba imágenes reales del pasado con las propias de su película, David Fincher nos sorprende con esas escenas cuya escenografía corresponde con los productos cinematográficos de la década en cuestión. Al estilo de la escena de cine mudo que Pedro Almódovar puso en medio de HABLE CON ELLA/02.

Tras ese primer bloque, llega la miga de la historia con el conflicto que un personaje cuya vida va en sentido contrario al resto de sus contemporáneos. Probablemente ese primer bloque es esencial para que llegados a ese momento, nos identifiquemos completamente con Benjamin Button.

Brad Pitt no es el único que da vida al personaje principal de esta historia, el lo toma en la parte central de su vida. Sus primeros años está siendo encarnado por Peter Donald Badalamenti II (1928 - 1931), Robert Towers (1932-1934) y Tom Everett (1935-1937). Estos 3 actores consiguen el retrato más inocente y tierno del personaje, que cuando llega a manos de Brad ya tiene al público ganado. Pitt continúa con el personaje muy dignamente pero sin la maestria que los anteriores. Flipante es ver a Brad con 25 años, merito de los impresionantes maquilladores que son una apuesta segura de Oscar. En sus últimos años de vida, otros actores continuarán con el personaje de Benjamin a los 12 (Spencer Daniels), a los 8 (Chandler Canterbury) y a los 6 (Charles Henry Wyson). Si en algún momento de la película te pierdes con su edad, las puertas de los hoteles siempre marcan la edad actual del protagonita.

Cate Blanchett no ha necesitado tantos actores para dar vida a su Daisy ya que su "horquilla" de años a los que da vida es mucho mayor (y con mucho más acierto) que el de Brad Pitt. Es inevitable recordarles en BABEL/06, donde a mi gusto funciona mejor la pareja. Cate consigue que su personaje crezca según avanza el metraje consiguiendo los momentos más creibles de la cinta. No puedo olvidarme de Queenie (Taraji P. Henson), cuyo personaje es tan entrañable como auténtico y seguro que a su actriz le puede dar muchas alegrías.

David Fincher, que dirigió éxitos como SE7EN/95, FIGHT CLUB/99 y ZODIAC/07, ha apostado con una jugada arriesgada de la que sale triunfante, consiguiendo una película imprescindible de ver, con multitud de pequeños detalles que prueba el buen acabado, aunque tal vez las casi 3 horas de película son excesivas (yo hubiera metido las tijeras en el primer bloque).

No es el único pero que le hago: yo hubiera eliminado algunas escenas donde Benjamin Button parece que hace de Brad Pitt y no al revés (sobre todo en esa parte de "viajes" que parece un anuncio); hubiera puesto algo de malicia y maldad en un protagonista tan puro que se antoja fantastico (más de lo que su cualidad le concede). Eso sí, yo el final lo hubiera modificado de forma que la realidad no hubiera superado la ficción.

En resumen, una de las películas más impactantes e interesantes de la temporada, con una banda sonora estupenda y que seguro que va estar luchando por los grandes premios de cine.

En 1978 Harvey Milk no era un supervisor más en la ciudad de San Francisco: era la primera persona abiertamente gay elegida para ocupar un cargo público en USA. Consciente de que no es para todos una figura cómoda, y temiendo por su vida, decide grabar en cinta un mensaje por si ese fatal acontecimiento sucede.

Para aquellos que hayáis visto la película, podréis pensar que Gus Van Sant ha inventado un recurso como el de la propia narracción de su vida para vertebrar la historia, pero no es así. El propio Harvey Milk dejó grabado ese tremendo mensaje que finalizaba con ese "If a bullet should enter my brain, let that bullet destroy every closet door". Ahí se resume la grandeza de esta figura política, no en lo alto que llegó en su carrera política (que no llegó a ser ni tan siquiera alcalde), sino que enseñó a una minoría como la homosexual que tenía que implicarse políticamente para sobrevivir.

Esta película nos llega tarde en muchos aspectos: seis años después de la muerte de Harvey Milk en 1978, Rop Estein dirigió el documental THE TIMES OF HARVEY MILK/84 que fue premiado con el Oscar al mejor documental. Gus Van Sant ha tardado más de 15 años en darle forma a esta biografía. Además llega tarde para concienzar a los votantes californianos sobre la horrenda Proposición 8 que ya ha sido aprobada.

Gus Van Sant se ha centrado en la vida de Harvey en los años de carrera política, obviando su interesantísima vida anterior: su vida en la marina, en Nueva York, su boda con esa amiga lesbiana, su relación más larga o ese novio que no paraba de amenazarle con suicidarse. Tras visionar esta película caes en la cuenta que el mensaje social y político que transmite eclipsa la vida personal. Las pretensiones didácticas han podido con el relato completo, que hubiera sido más difícil de digerir para cierto público. Personalmente, en lo momentos más "personales" ha sido dónde la película más me ha gustado, en particular en las escenas con Scott (James Franco): la del metro, el yoghourt o la de la cena-despeja-trabajo... son de esos que se quedan en la memoria emocional.

El trabajo de Sean Penn no tiene nombre: un narrador excelente con un discurso final de poner los pelos de punta, una contección que le era requerida y pequeños detalles que lo dibujaban como el personaje al que ha conseguido reproducir. Nadie pone en duda que estará nominado al Oscar por este trabajo. Aunque podría no ser el único ya que hay una serie de secundarios que están de dulce: Josh Brolin como su terrible rival político; Emile Hirsch en un nuevo cambio de registro que suma más a uno de los actores jóvenes más prometedores, y sin olvidarme de mi debilidad en esta película: James Franco. Crece la cinta en cada escena en la que él aparece, dotando a su personaje de un magnetismo animal y de una clara homosexualidad sin ningún amaneramiento. Dieguito Luna al menos no estropea la historia.

Durante los meses previos a ver BROKEBACK MOUNTAIN/05 me moría por verla, y tras hacerlo, me quedé algo decepcionado. A los pocos días, la volvé a visionar y descubrí la maravillosa película que era. Lo mismo me ha ocurrido con MILK/08. Es una gran película aunque no estoy aún muy seguro que sea una de las 5 mejores del año. Lo que sí estoy seguro es que todos debéis de verla.

Jamal está apresado y siendo torturado. En esos duros instantes recuerda que momentos antes estaba a una sóla pregunta de llevarse el premio gordo de WHO WANTS TO BE A MILLIONAIRE (conocido en España como 50x15) en su versión india. En la pantalla se formula una pregunta, al estilo de las del concurso, que se resuelve en la parte final de esta película.

Me ha costado horrores hacer una sinopsis que no revele mucho de la película porque creo que todos os merecéis descubrirla. Simon Beaufoy, conocido por su guión de FULL MONTY/97, adapta esta vibrante historia con Vikas Swarup, el autor de la novela original Q&A.

Danny Boyle, director que ha hecho cosas tan grandes como TRAINSPOTTING/96 y otras tan malas como THE BEACH/00, ha dado el campanazo con esta película que además co-dirige con la india Loveleen Tandan.

Usando el concurso como columna vertebral de esta historia, además para incidir en la progresiva occidentalización de un país como Índia, se construye una historia con personajes desarrollados por tres camadas de actores estupendos, todos ellos desconocidos. Sin lugar a dudas, el propio país India es uno de los personajes ya que todos sus cliches que manejamos se reflejan de alguna manera en la historia. Si el año pasado no se entendería THE KITE RUNNER/07 sin Afganistán, lo mismo le pasa a esta película sin la India.

Yo realmente estoy rendido ante esta película que me ha entusiasmado tanto como WALL-E/08, y que destaca sobre otros caballos ganadores como MILK/08 o REVOLUTIONARY ROAD/08.