8 abr 2007
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Imagino que a estas alturas de la película, no hará falta explicar de qué va el clásico de Oscar Wilde, pero para aquellos que lo desconozcan, a través de un misterioso cuadro donde queda reflejada la gran belleza de Dorian Gray iremos viendo su degradación moral, a la vez que su cuerpo irá conservando su belleza y juventud como si no pasara el tiempo.
David Rosenbaum dirige esta adaptación "actualizada a los tiempos", quitándole de un plumazo todas las connotaciones homosexuales del personaje de Dorian Gray. En esta versión "muy descafeinada", nos encontramos con una pintora en vez de un pintor y algunas tramas mal hiladas. Josh Duhamel sería un perfecto Dorian Gray si no le hubieran oxigenado tan mal el pelo, con un rubio más falso que el de Colin Farrell en ALEXANDER/04. Eso si, lo mejor de la película es disfrutar de verle las carnes a Josh. Pero poco más.
Personalmente os recomiendo que antes de vez esta cutrez, veais la versión en blanco y negro, hecha hace 60 años y que es todo un clásico del cine THE PICTURE OF DORIAN GRAY/45. En ella la pintura juega un papel primordial. El cuadro que aparece en la pintura pude verlo en un museo en Chicago (USA) y es tan impresionante en vivo como en la película. En el clásico se intuye pero de forma muy por encima los "vicios" homosexuales de Dorian Gray. Una pena que nadie haya pensado en hacer una buena adaptación con los medios y la libertad actual respetando el clásico.
