30 abr 2007
Pedro (Mariano Alameda) y Esteban (Carmelo Gomez) son dos espeólogos que se van a un pueblo perdido de Ávila para comprobar si una cueva recién descubierta por Beni (Fernando Sánchez-Cabezudo) es la que puede salvar al pueblo de la tendencia de sus habitantes a abandonarlo. Cerca del pueblo hay una pequeña aldea donde sólo quedan dos vecinos que viven haciéndose la vida imposible, Cecilio (Cesáreo Estébanez) y Amos (Walter Vidalte). El alcalde espera que en esas cuevas se encuentren pinturas como en Altamira, para en lugar de esa aldea practicamente abandonada hacer resurgir al pueblo con sus futuros visitantes y casas para turismo rural. Dos guardias civiles del pueblo, Tomás (Vicente Romero) y su suegro Amadeo (Celso Bugallo) llevan días alerta a unos desagradables incidentes. La vida de todos ellos se va a ver trastocada tras la noche de los girasoles.
Esta era una de esas películas españolas del 2006 que se me habían escapado, y que ahora tras verla, pues me arrepiento de no haberla visto antes, porque es un peliculón. Como habréis leido en la sinopsis que he escrito tiene un reparto lleno de actorazos, donde algunos consiguen papeles memorables (en especial los dos guardias civiles y los dos vecinos, donde el "Romerales" de Farmacia de Guardia hace una actuación de "Goya", y resaltando a Vicente Romero que creo que es un pedazo de actor como la copa de un pino). Esta opera prima pudo haber conseguido más reconocimiento si no hubiera coincidido con el AZULOSCUROCASINEGRO/06, pero bien merece que le echeis un ojo.
Historia rural, con un hilo argumental muy interesante con saltos en el tiempo perfectamente hilados (sin verse las costuras como en las últimas películas corales que nos vienen del otro lado del atlántico). Os la recomiendo sin lugar a dudas. Espero que pronto veamos la segunda película de Jorge Sánchez-Cabezudo que promete una interesante carrera.
