15 feb 2010
por Alejandro Contreras
Anoche el ganador absoluto no fue ni CELDA 211 ni ÁGORA, fue Alex de la Iglesia. No sólo por conseguir sentar a Javier Bardem junto a Penélope Cruz, o recuperar a Pedro Almodóvar tras un largo desencuentro con la Academia, sino también por un discurso que por una vez puso a los cineastas en su sitio, con mucha autocrítica y con las miras puestas en una industria seria. Y bueno, el resultado de la ceremonia de entrega, eso es arena de otro costal.
Sólo duró dos horas y media, sin publicidad y en riguroso directo. Aún así, se hizo larga y monótona. Buenafuente no fue Hugh Jackman sino más bien David Letterman (con perro incluido), con un monólogo de presentación que daba pena, un gag con cámara en directo que daba vergüenza, y un video con actores que no tuvo ningún brillo. ¿Cuándo se van a dar cuenta de que los Goya es algo más que glamour y famosos? ¿Qué lugar de la gala quedó para la gente a la que le gusta el cine? Estoy convencido que alguien como Jorge Javier Vázquez, acostumbrado a lidiar con lo más petardo de la televisión, hubiera sido capaz de improvisar, de dar más notas cinematográficas y transmitir emoción en su presentación. Sólo bastó la aparición de Rosa Maria Sardá o de Pedro Almodóvar para evidenciar lo pobre del trabajo de Andreu, quizá arrastrado por un guión de todo a cien.
Eché de menos a habituales de Buenafuente, en concreto a Silvia Abril y a Berto, que hubieran ayudado a digerir mejor una gala que costaba de tragar. Pero hubo quién lo hizo peor que Andreu, y fue el narrador que tan mal llevaba las cuentas de Goyas de ÁGORA, o el realizador que no supo quién era Blanca Romero o que Luis Tosar y Marta Etura eran pareja (aunque sí quién era el novio de Amenábar o Maribel Verdú). Supieron arreglar los problemas con los micros de las primeras intervenciones y fue de agradecer. Eso si, nada de traducción simultánea para los premiados que no hablaban en español. Ah, y no puedo pasar por alto las filtraciones tan visibles de los premiados, con un Almodóvar que confesaba que ya sabía que no ganaría el goya al guión, o el merecido premio a Mar Coll entregado por 4 directoras mujeres...
Pero bueno, la gala tuvo sus aciertos. La entrega a domicilio del Goya homenaje a Antonio Mercero, los protagonistas de JAMÓN, JAMÓN unidos en la primera fila luciendo como grandes estrellas, los Guillén unidos en el escenario, Javier Godino arrastrando a un Secún de la Rosa que no estuvo fino a pesar de que cometieran un grave error al olvidarse la nominación a Javier por su excelente trabajo en EL SECRETO DE SUS OJOS.
Sobre el palmarés poca sorpresa, los importantes para CELDA 211 y los técnicos para ÁGORA. Supo a poco el único goya a GORDOS o los dos a EL SECRETO DE SUS OJOS, aunque más injusto me parece que ni siquiera la música de EL BAILE DE LA VICTORIA se llevara uno.
La Academía compensó a Rául Arévalo y a Marta Etura por esos Goyas que ya le debían de AZULOSCUROCASINEGRO, sorprendió premiando alguien con una inmejorable proyección frente al que podría haber sido el premio más emotivo de la noche (lo digo por Alberto Ammann y Pablo Pineda), la cenicienta de Lola Dueñas confirmó que esa noche le tocaba bailar a ella con el más guapo frente a las estrellas internaciones con las que competían, la argentina Soledad Villamil sorprendió ganando la categoría más igualada de la noche, y Luis Tosar se llevó un premio que llevaba su nombre desde el estreno de CELDA 211.
SLUMDOG MILLIONAIRE, EL SECRETO DE SUS OJOS y LA DAMA Y LA MUERTE, todas refrenadas por su empujón de los Oscars ganaron sus premios, aunque dieron ganar de quitarse el Goya a Javier Banderas por el discurso/anuncio publicitario que nos metió en nuestras narices.
Ganaron los mejores... de los nominados, porque esta edición se han olvidado de muchos nombres, concentrando las candidaturas en un pequeño grupo de películas. Si Telecinco está celebrando la amplia cobertura recibida por sus películas, los programadores del Festival de Málaga de cine español deben de tirarse de los pelos de la poca trascendencia en esta edición (tal vez porque la edición del 2009 ha sido una de las más flojas).
Dudo mucho que estos Goya lleven más espectadores a ver cine español ya que CELDA 211 y AGORA ya las ha visto todo el mundo: me hubiera gustado un empujoncito para películas pequeñas como 25 KILATES o TRES DIAS CON LA FAMILIA, y mayor valoración a buenas comedias como PAGAFANTAS.
Anoche el ganador absoluto no fue ni CELDA 211 ni ÁGORA, fue Alex de la Iglesia. No sólo por conseguir sentar a Javier Bardem junto a Penélope Cruz, o recuperar a Pedro Almodóvar tras un largo desencuentro con la Academia, sino también por un discurso que por una vez puso a los cineastas en su sitio, con mucha autocrítica y con las miras puestas en una industria seria. Y bueno, el resultado de la ceremonia de entrega, eso es arena de otro costal.
Sólo duró dos horas y media, sin publicidad y en riguroso directo. Aún así, se hizo larga y monótona. Buenafuente no fue Hugh Jackman sino más bien David Letterman (con perro incluido), con un monólogo de presentación que daba pena, un gag con cámara en directo que daba vergüenza, y un video con actores que no tuvo ningún brillo. ¿Cuándo se van a dar cuenta de que los Goya es algo más que glamour y famosos? ¿Qué lugar de la gala quedó para la gente a la que le gusta el cine? Estoy convencido que alguien como Jorge Javier Vázquez, acostumbrado a lidiar con lo más petardo de la televisión, hubiera sido capaz de improvisar, de dar más notas cinematográficas y transmitir emoción en su presentación. Sólo bastó la aparición de Rosa Maria Sardá o de Pedro Almodóvar para evidenciar lo pobre del trabajo de Andreu, quizá arrastrado por un guión de todo a cien.
Eché de menos a habituales de Buenafuente, en concreto a Silvia Abril y a Berto, que hubieran ayudado a digerir mejor una gala que costaba de tragar. Pero hubo quién lo hizo peor que Andreu, y fue el narrador que tan mal llevaba las cuentas de Goyas de ÁGORA, o el realizador que no supo quién era Blanca Romero o que Luis Tosar y Marta Etura eran pareja (aunque sí quién era el novio de Amenábar o Maribel Verdú). Supieron arreglar los problemas con los micros de las primeras intervenciones y fue de agradecer. Eso si, nada de traducción simultánea para los premiados que no hablaban en español. Ah, y no puedo pasar por alto las filtraciones tan visibles de los premiados, con un Almodóvar que confesaba que ya sabía que no ganaría el goya al guión, o el merecido premio a Mar Coll entregado por 4 directoras mujeres...
Pero bueno, la gala tuvo sus aciertos. La entrega a domicilio del Goya homenaje a Antonio Mercero, los protagonistas de JAMÓN, JAMÓN unidos en la primera fila luciendo como grandes estrellas, los Guillén unidos en el escenario, Javier Godino arrastrando a un Secún de la Rosa que no estuvo fino a pesar de que cometieran un grave error al olvidarse la nominación a Javier por su excelente trabajo en EL SECRETO DE SUS OJOS.
Sobre el palmarés poca sorpresa, los importantes para CELDA 211 y los técnicos para ÁGORA. Supo a poco el único goya a GORDOS o los dos a EL SECRETO DE SUS OJOS, aunque más injusto me parece que ni siquiera la música de EL BAILE DE LA VICTORIA se llevara uno.
La Academía compensó a Rául Arévalo y a Marta Etura por esos Goyas que ya le debían de AZULOSCUROCASINEGRO, sorprendió premiando alguien con una inmejorable proyección frente al que podría haber sido el premio más emotivo de la noche (lo digo por Alberto Ammann y Pablo Pineda), la cenicienta de Lola Dueñas confirmó que esa noche le tocaba bailar a ella con el más guapo frente a las estrellas internaciones con las que competían, la argentina Soledad Villamil sorprendió ganando la categoría más igualada de la noche, y Luis Tosar se llevó un premio que llevaba su nombre desde el estreno de CELDA 211.
SLUMDOG MILLIONAIRE, EL SECRETO DE SUS OJOS y LA DAMA Y LA MUERTE, todas refrenadas por su empujón de los Oscars ganaron sus premios, aunque dieron ganar de quitarse el Goya a Javier Banderas por el discurso/anuncio publicitario que nos metió en nuestras narices.
Ganaron los mejores... de los nominados, porque esta edición se han olvidado de muchos nombres, concentrando las candidaturas en un pequeño grupo de películas. Si Telecinco está celebrando la amplia cobertura recibida por sus películas, los programadores del Festival de Málaga de cine español deben de tirarse de los pelos de la poca trascendencia en esta edición (tal vez porque la edición del 2009 ha sido una de las más flojas).
Dudo mucho que estos Goya lleven más espectadores a ver cine español ya que CELDA 211 y AGORA ya las ha visto todo el mundo: me hubiera gustado un empujoncito para películas pequeñas como 25 KILATES o TRES DIAS CON LA FAMILIA, y mayor valoración a buenas comedias como PAGAFANTAS.
Labels: Goya 2010
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