16 abr 2011


Por Alejandro Contreras

Una extraña criatura con apariencia de zombie alienígena (François Sagat) emerge del oceano Pacífico en una playa de Los Ángeles. Tras deambular durante todo el día, es recogido por un joven surfero (Rocco Giovanni) que lo invita a subirse a su coche ya entrada la noche.

Ni su lamentable aspecto físico ni la falta de comunicación llegan a llamar la atención del surfero que conduce como si nada. Unos pocos kilómetros después, un accidente provoca que el conductor salga despedido del vehículo debatiéndose entre la vida y la muerte en plena carretera.


Una fuerte erección de su descomunal miembro le lleva a penetrar sin compasión al moribundo conductor por las heridas abiertas que le ha causado el accidente. Milagrosamente esto provoca la resurrección del surfero que se rinde ante las bajas pasiones que le produce la criatura. Tras este incidente, se marcha hacia la ciudad consciente de que tiene un don para hacer regresar a los muertos al mundo de los vivos.
Allá en el area metropolitana de Los Ángeles aprovechará su don para ir resucitando a diferentes personas que acaban de morir. Esto incluirá a una víctima de un disparo (Wolf Hudson), otro que han arrojado de un coche en movimiento (Eddie Diaz), un vagabundo (Andrew James) que ha muerto bajo sus cartones ante la indiferencia de otros "sin techo" (Tony Ward), o una pandilla de camellos (Matthew Rush, Erik Rhodes, Francesco D'Macho, Adam Killian).

Pero, ¿es realmente un zombie alienígena con ese don, o realmente es un vagabundo afectado de esquizofrenia y víctima de sus propios delirios?





Dos años después del estreno de OTTO; OR, UP WITH DEAD PEOPLE (2008), Bruce La Bruce vuelve a retomar los mismos temas de su película anterior: zombies, porno gay y gore. Y no sólo repite temas, sino que prácticamente ha vuelto a rodar la misma historia. Eso sí, con un guión mucho más simple y que es un mero vehiculo para ir enlazando escenas hardcore con los differentes partenaires que ha conseguido para la estrella porno francesa François Sagat.

De esta película existe una versión softcore de 63 minutos, aunque la idea del director se plasma más en la versión hardcore de 103 minutos. Todo lo que sorprendió de OTTO; OR, UP WITH DEAD PEOPLE (2008) y todos los puntos positivos, han desaparecido en este lamentable segundo episodio de la trilogía de zombies gays que tiene Bruce La Bruce previsto rodar.

Es una burda sucesión de escenas sexuales peor hiladas que muchas parodias porno gay de grandes estrenos comerciales (y como ejemplo TWINKLIGHT (2010) que es la versión solo para chicos de TWILIGHT (2008)). Sólo en la última parte se nos plantea las dudas que el protagonista puede tener sobre si es realmente el zombie que piensa, o realmente sufre de esquizofrenia. Pero claro, durante todo el metraje no está muy bien llevado esta dualidad y el maquillaje del protagonista, o su miembro viril monstruoso, aparecen y desaparecen sin mucho sentido. Los actores no interpretan, solo follan y tampoco puede uno valorar qué tal es cómo actor François Sagat.

El resultado no puede ser más decepcionante, y de un nivel tan bajo que cuesta creer que Bruce La Bruce está detrás de este proyecto. Sólo espero que para el tercer episodio de la trilogia regresa a Europa y nos ofrezca un producto tan novedoso e interesante como OTTO; OR, UP WITH DEAD PEOPLE (2008).

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