31 mar 2011


Por Alejandro Contreras

Tras haber pasado los últimos 19 años de su vida en la cárcel, está deseando volver a su pequeño pueblo del interior de Cataluña. Allí le espera su madre (Vicky Peña) que además de darle un lugar donde vivir, le ha encontrado un trabajo de mecánico a su hijo (Gonzalo Cunill) para facilitar el que pueda pasar página y comenzar un nuevo capítulo en su vida. Los que no quieren que lo haga cerca de ellos son sus propios vecinos que están alarmados por tener cerca de ellos a alguien que fue encarcelado por cargos por violación.

En ese mismo pueblo un inmigrante subsahariano (Babou Cham), desesperado por la falta de trabajo en la región, decide aceptar un trabajo que para muchas compatriotas suyos roza lo indigno. Tras una oferta de trabajo que exigía pocos requerimientos, le ofrecen un trabajo como cobrador del frac con una novedad, y es que en lugar de tan elegante prensa le pedirán que vista el traje regional catalán.

Para el empresario que lo contrata (Boris Ruiz), el hecho de que sea de raza negra es un motivo para que los morosos se asusten y cobren. Su primer trabajo será conseguir que salde sus deudas un político (Jordi Dauder) cuya campaña política se centra en un discurso que propugna la expulsión de los inmigrantes de la región para salvaguardar los derechos de los catalanes de pura cepa.

El empresario (Joel Joan) que ha contratado los servicios del cobrador del frac catalán, sufre un asalto en su casa cuando regresaba anticipadamente de unas vacaciones junto a su mujer (Belén Fabra) y sus hijos. Al perseguir al delincuente albano-kosovar, lo consigue acorralar y termina disparándole a quemarropa. Él se verá en medio de una polémica que los medios tratan de esclarecer si nos encontramos ante un héroe o un asesino.

Como sucedió en su debut JOVES (2004), que co-dirigió junto a Carles Torras que curiosamente también compite en la sección oficial del 14FMCE con OPEN 24H (2011), Ramón Térmens vuelve a plantear una película que consta de tres partes distintas, como si fueran tres cortometrajes encadenados. A pesar de que hay algún personaje que se cruza en las otras historias, no es la típica película coral donde todos terminan estando relacionados con todos.

Para el título de la cinta ha tomado una frase del himno nacional muy popular en la Alemania nazi ("Deutschland, Deutschland über alles!") por su alegato a que "Alemania esté por encima de todo". Parafraseando esa estrofa en el título de la película se busca denunciar algunos comportamientos sociales  y movimientos políticos que defienden tesis que no están muy lejos del regimen nazi. Y como apunta su director no es un problema exclusivo de Cataluña sino que esto está ocurriendo "en un pueblo de Andalucia, en Arizona o en Francia".

La película está muy equilibrada con tres historias potentes, ninguna es más floja que las demás aunque la de en medio consiga hacer reír en algunos momentos para desengrasar las duras e injustas situaciones retratadas. Una película que se nos cuenta no sólo por los diálogos sino también en las interpretaciones no verbales de los actores, con una escena final insuperable. Gonzalo Cunill, Jordi Dauder, Joel Joan y Babou Cham están estupendos con sus personajes protagonistas, al igual que el resto de actores secundarios.

CATALUNYA ÜBER ALLES! (2011) es una gran película, no sólo por sus buenas intenciones a la hora de denunciar y de poner sobre la mesa situaciones que no podemos tolerar, sino porque las tres tramas son bastante sólidas, empastan perfectamente y están rodadas e interpretadas con mucha maestría. Una de las más películas más interesantes de lo que llevamos de la sección oficial, y una clara apuesta (y bien merecida) a disputarse la biznaga de oro del festival de Málaga.

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