25 dic 2006



Por Alejandro Contreras

Stephen Frears ha acertado con un tema muy interesante. Tratar de entender el backstage de lo que paso en la monarquia britanica y el gobierno de Tony Blair en la semana posterior a la muerte de Lady Di. Ni que decir tiene que el guion es una interpretacion que sigue bastante las indicaciones de la prensa amarilla del momento, y como todo es discutible. Aun asi, una pelicula de este calibre seria impensable en un pais como España donde aun la monarquia parece estar protegida.

Antes de verla pensaba que seria un ladrillazo de pelicula con una actuacion memorable. Mis expectativas no se han cumplido, ya que la pelicula me parece muchisimo mejor de lo esperado y la actuacion de Helen Mirren no me ha impresionado tanto. Estoy harto que actuacion sea sinonimo de recreacion/imitacion, y aunque valore positivamente su parecido en muchas cosas. Aun asi, mi recuerdo de la forma de andar de la Reina no se parece en nada a una atlética Helen Mirren.

El matrimonio Blair estan geniales, tanto Tony (Michael Sheen) como Cherie (Helen McCrory). Resulta muy interesante el fantasear como son en su vida privada. Se nota que hay algunos personajes queridos por el pueblo como la Reina Madre que salen mal parados en la pelicula, pero otros como Carlos de Inglaterra al contrario. Pero claro, el guion parte de una realidad pero tiene dosis a raudales de fantasias.

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