1 jun 2008
Hank (Ethan Hawke) no tiene una vida demasiado ordenada: divorciado, sin apenas dinero para pagar los caprichos e incluso la asignación mensual de su hija, y teniendo una aventura con su cuñada. Su hermano Andy que desde fuera tiene un buen trabajo, mejor casa y hermosa esposa, esconde fuertes adicciones a las drogas, un matrimonio que hace aguas y unas deudas que lo están desesperando. Ambos deciden planear un atraco a la joyería de sus padres para así solucionar sus problemas.
Sidney Lumet, que tan buenos trabajos, hoy ya clásicos del cine, realizó en los 70 y principios de los 80s, regresa a la primera línea de cine transgresor. Cuesta ver en una gran producción norteamericana una mirada tan árida a la realidad que retrata. Esa honestidad al estilo de los últimos trabajos de David Cronemberg, ese guión con saltos temporales al más puro estilo de Tarantino, y ese reparto de lujo hacen de una película más que recomendable.
Marisa Tomei, Rosemary Harris y Albert Finney están estupendos en su actuación, pero mención especial al estupendísimo trabajo de Ethan Hawke o Philip Seymour Hoffman que son lo mejor de esta cinta de título tan largo.
En España lleva una semana en cartel, así que yo de ti no me la perdía. Pasa de perder la tarde en el multicines viendo INDIANA JONES 4: consejo de amigo.