19 feb 2011

Por Alejandro Contreras

Tras unos años de muchos éxitos en el mundo del boxeo, Dicky Ecklund (Christian Bale) ha dejado ya de competir como profesional y ahora está dedicado en entrenar a su hermano pequeño Micky Ward (Mark Wahlberg). La cadena de televisión HBO le ofrece la posibilidad de rodar un documental de su vida actual allá en Lowell (Massachussets) donde sigue siendo todo un referente para sus vecinos. Dicky no quiere desperdiciar esta gran oportunidad que le puede permitir la publicidad suficiente para su vuelta al ring.

Aunque Dicky y Micky son hijos de distinto padre, comparten la misma madre, Alice Ward (Melissa Leo) que hace las veces de manager de sus chicos. Los reporteros de HBO van descubriendo que Micky tiene que soportar a veces a un hermano que llega tarde a los entrenamientos y del que se vislumbra que está bastante afectados por sus propios vicios personales. Poco puedo decir Dicky ya que su hermano es el ojito derecho de su madre, y es consciente que gracias a los combates que él participa beneficia económicamente prácticamente a toda la familia.


Aunque su familia es muy importante en la vida de Micky, la aparición de Charlene Fleming (Amy Adams), una camarera de un bar que hace años fue toda una atleta comienza a separarle poco a poco de ellos. Ella está un poco cansada de como todos utilizan a Micky.

Para un combate en Atlantic City, el rival de Micky enferma y lo sustituyen por otro boxeador de mucho más peso que él. Tanto su madre como su hermano le animan a seguir adelante, más interesados en conseguir el dinero del combate, que pensando en la carrera de Micky.

Esa humillante derrota es la gota que colma el vaso de Micky. Apoyada por Charlene, decide comenzar a entrenar en las Vegas sin la supervisión de su hermano ni el control de su madre. Su familia se lo toma como una traición a la que culpan a Charlene, pero lo que es innegable que Micky comienza a ganar combates.

Micky irá descubriendo que aunque al principio fue un alivio despegarse de su familia, necesitará de los consejos de su hermano más de lo que él se piensa. Justo cuando Dicky está pasando el peor momento y la mayor humillación de su vida.

Desde el 2003 está historia estaba buscando un director que la llevara a la gran pantalla. Ni Martin Scorsese ni Darren Aronofsky, actualmente de actualidad por su gran trabajo en BLACK SWAN (2010), quisieron rodarla y finalmente fue David O. Rossell quién la materializó. Aunque Mark Wahlberg se subió al proyecto desde el principio, para el papel de Dicky Ecklund se tanteó a Matt Damon y a Brad Pitt. Finalmente el papel lo consiguió Christian Bale. Y que gran acierto.

Como ya hizo Christian Bale para THE MACHINIST (2004) ha conseguido bajar muchísimo su peso para dejar atrás la musculatura de su personaje en THE DARK KNIGHT (2008) y asemejarse al aspecto del verdadero boxeador al que da vida. Él es la película y sin lugar a dudas una de las mejores interpretaciones vista en el cine en el pasado año.

THE FIGHTER (2010) es una película de actores. La historia que nos presenta ya la hemos visto varias veces, pero si de algo destaca esta película es por lo bien interpretada que está por todos los actores, no sólo los grandes nombres de ella sino los más pequeños, inclusive las siete hermanas de la madre. Difícil lo tiene Amy Adams, que está de dulce, este 2010 para competir contra Melissa Leo. Ella también ha sufrido una gran transformación y custa reconocer en la madre sureña de los dos boxeadores a la protagonista de FROZEN RIVER (2008) que supuso su primera nominación al Oscar como actriz.

En el fondo es una historia sencilla, bien contada y mucho mejor actuada. No pasará a la historia por ser la mejor película sobre boxeo, pero el trabajo de Christian Bale será dificil de olvidar en mucho tiempo.



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