28 abr 2008


Manuel (Alberto San Juan) ha contado a sus amigos que está de viaje en Escocia, pero no es así. Lleva meses malviviendo en el extrarradio de Madrid ganándose la vida como gigoló de medio pelo. Finalmente decide volver. El reencuentro con su ex-novia (Maribel Verdú), su ex-compañero de trabajo (Fernando Tejero) y sus amigos (Javier Gutiérrez, Francesc Garrido y Pilar Castro) servirá para descubrir que no es el único que tiene una vida de mierda.

Juan Cavestany cuya carrera está muy ligada a Animalario rueda su segunda película como director tras una opera prima como EL ASOMBROSO MUNDO DE BORJAMARI Y POCHOLO/04. Esta comedia no es tan casposa como la primera, y en muchas ocasiones te hinchas de reir, pero tampoco es la gran cosa.

Una comedia flojita para mi entender. Donde algunos buenos actores hacen lo que pueden con personajes inverosímiles, pero que al aparecer en pantalla (y pienso en Maribel Verdú la acción crece), cuando otros rostros que tenemos demasiado vistos en televisión (sobre todo los de Los Serrano, o Fernando Tejero que no tiene para mi nada de gracia).

Alberto San Juan está inmenso, pero eso no es novedad. Y reconozco que no soy muy objetivo con él, ya que es uno de mis favoritos. No creo que a nadie le extrañe ver que esta cinta no aparezca en el palmarés del 11 Festival de Málaga, y es que aunque al final se desinfló, esta edición ha sido una de las mejores.


Los miedos antes de estrenar una nueva función. Una relación desgastada con la rutina. Un actriz llena de inseguridades. Un actor rebosante de soberbia y de vicios. Un hijo obsesionado con grabar sonidos. Una enfermera que no tiene razones para dormir, ni tampoco para vivir. Un anciano enamorado de una chica joven. Siete vidas y multitudes de pretextos sobre ellos.

Silvia Munt ha hecho una opera prima muy personal, y que en muchos momentos hace pensar que vemos una parte de su vida real. Una historia de esas donde sin estridencias ni dramatismo pasan las cosas, a veces tan lentamente que aburre a ratos. Silvia sigue esa forma de contar historias al estilo de Isabel Coixet, con una fotografía muy europea y donde la forma es casi tan importante como el fondo.

Con un elenco tan interesante como Laia Marull, Ramón Madaula, Francesc Garrido, Mercé Llorens, Àlex Brendemuhl o Manuel Alexandre, además de la propia Silvia, se podría haber conseguido mejor resultado, creo yo. Los personajes que encarnan no terminan de cuajar en el espectador, y realmente sus problemas no traspasan la pantalla por terribles que puedan ser.

Personalmente creo que es una película de esas que sales del cine cabreado por haberte gastado 6 euros (en mi caso 10 porque la vi en el Teatro Cervantes, en el 11 Festival de Málaga).

8 abr 2008


Gabi tiene miedo. Miedo a ir al colegio. Miedo a que le vuelvan a robar el móvil. Miedo a que le peguen. Miedo a tener que salir corriendo de nuevo a casa. Miedo a un compañero de clase que con sólo 14 años le está aterrándo. Pronto descubrirá que él no es el único que tiene miedo.

Cuesta creer que el caricato José Corbacho sea capaz de hilar tan fino en una historia que usando el bullying escolar como excusa, trate de hacernos ver cómo el miedo nos rodea y marca nuestra existencia. Inteligentemente han, y lo digo en plural porque la codirige junto a Juan Cruz, huido de hacer otra película de historias cruzadas como TAPAS/05. Eso sí, han recuperado lo mejor de su opera prima que es Elvira Mínguez.

Aunque hay grandes actores en el elenco, los verdaderos protagonistas son los dos Eduardos: Eduardo Garé como el acosado "zanahorio", y Eduardo Espinilla excelente como el pequeño matón de la clase. Dos actores que realmente eclipsan a los mayores.

Y no es fácil eclipsar a Lluis Homar, Elvira Mínguez o Antonio de la Torre que son 3 actorazos de esos a los que nunca le ves la costura del personaje. Lastima del patinazo de casting de Paz Padilla, en un personaje más cercano a la pija que ella caricatuza como cómica más que como el peso dramático que exigía: la escena de "ves y comprame los kiwis" es brutal.

Los "amiguetes" no están apenas visibles como en la anterior, y aunque al final la historia se deshila un poco, el conjunto es bastante digno. Unos títulos de créditos bastante originales y multitud de aciertos que consiguen olvidar los momentos e ideas más flojas.


Tratando de saltarse un control de la guardia civil, un grupo de terroristas de ETA sufre un accidente de coche. Como consecuencia de esto, un importante cabecilla de la lucha armada cae preso, como el resto de sus compañeros, y destinados a una cárcel andaluza. Uno de ellos, Josu (Oscar Jaenada) es trasladado de nuevo al Pais Vasco para ingresarlo en un centro psiquiátrico: del accidente ha perdido la memoria y no recuerda quién era.

Xabier (José Coronado), es un profesor de universidad que es amenazado de muerte por sus férreas opiniones críticas sobre el papel de ETA en Euskadi. Esto comenzará a afectar a su vida y a su relación con Francesca (Vanessa Incontrada). Ésta trabaja como terapeuta en el centro donde Josu trata de recuperar su memoria, y trata de ayudarle a recuperar su memoria.

Manuel Gutiérrez Aragón ha sido un valiente en meterse en un fregao como éste. Julio Medem ya salió trasquilado, y es que es muy difícil tratar este tema y que les guste a todos. A mi particularmente me ha gustado mucho cómo retrata escenas de la vida del país vasco que desconocía, centrándose más en la vida de aquellos que viven en el Pais Vasco y no son simpatizantes de ETA.

La película tiene dos partes diferenciadas, una primera de situación de los personajes y el contexto (que en algún momento flojea), y una segunda parte realmente trepidante y emocionante. Los actores protagonistas y secundarios están muy bien.

Oscar Jaenada retoma un personaje interesante, y se aleja de los chungos barriobajeros que tan poco me gustan de él, y sale victorioso porque este es un actor que sólo luce cuando se le reta. Junto a él, la italiana Vanessa Incontrada que realmente ha sido una revelación. Jóse Coronado, Adolfo Fernández e Iñaki Miramón cierran un reparto bastante sólido.

Película que inagura el 11 Festival de Málaga por todo lo alto en una edición que promete mucho.


Berlin 1985. Felix vive en la parte occidental de la ciudad y disfruta de las ventajas del capitalismo, y entre otras la posibilidad de viajar por el mundo. Thomas en cambio vive en la parte oriental, y el regimen comunista no le permite salir del país. Tras un viaje de Felix por Estados Unidos, decide visitar a sus amigos de la parte comunista de Berlín. Su mirada se cruzará con la de Thomas, y aunque sabe que el Muro es un gran inconveniente, intentará volver para verle de nuevo.

No me diréis que la idea no es interesante. Cuenta con imágenes robadas por una cámara de 8mm. en la parte oriental de Berlín, al igual que la escena en el bar gay comunista de Berlín. Sin lugar a dudas, se jugaron el pellejo para rodar esas escenas.

Esta película como documento histórico vale más que como relato cinematográfico. Los dos protagonistas, la pedazo de pareja formada por Sigurd Rachman y Rainer Strecker, realmente actúan muy bien a pesar de un guión algo flojo. Una pena porque la trama podía haber dado mucho de sí.

Internacionalmente conocida como WESTLER - EAST OF THE WALL/85, está tratando de "venderse" al mundo como la mejor película alemana de temática gay. Imagino que se han olvidado de las obras maestras que Fassbinder hizo, o las películas tan interesantes de Frank Ripploh.

 

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